Para dieta, el calabacín es garantía de éxito con salud y sabor
Siempre nos imaginamos platos aburridos, poco o nada sabrosos y desde luego que muy alejados de ser suculentos cuando de lo que se trata es de hacer una dieta. Si nuestra finalidad es adelgazar, en no pocas ocasiones jugamos con nuestra salud restando al organismo nutrientes que precisa para su correcto funcionamiento. Por ello, lo ideal siempre será mantener una ingesta equilibrada de alimentos y sí, atajar el sobrepeso cuando hemos cometido algún exceso.
En todos esos casos nuestro gran aliado es el calabacín, una hortalizas de sabor natural y que encima admite una cantidad enorme de recetas. Además, se puede cocinar a la plancha, al horno, relleno, gratinado, salteado, en revuelto o como crema. No se debe escatimar en la calidad del producto a la hora de adquirirlo, ya que siempre tiene un precio asequible y es capaz de sacarnos de todas las situaciones imprevistas por su, si se quiere, rápida preparación.
Es un producto también llamado zucchini en términos culinarios que está compuesto de un 95% de agua, Por tanto, no tiene ningún contenido calórico y es benéfico para el organismo hasta límites insospechados. Hay estudios científicos que constatan que por cada 100 gramos de calabacín sólo hay una aportación de 15 gramos de calorías. Lejos de pensar que no da demasiado, esos mismos estudios corroboran que se compone de minerales y oligoelementos, fósforo, potasio, magnesio y calcio.
Realmente todos sus beneficios se conservan si es cocido o directamente consumido crudo, que es como más protege nuestro sistema cardiovascular. Nos pone guapos y guapas, eso como añadido, por la gran cantidad de vitaminas que inducen en nuestra piel y aspecto en general, como igualmente en el bienestar que nos hace ser más felices. Junto a las vitaminas, como no, la fibra que nos reporta, fundamental para el equilibrio interno. Los científicos recomiendan que no se pele a la hora de consumirlo.
Directamente así planteado, el calabacín es perfecto para las personas que desean adelgazar con responsabilidad. Engordar, seguro que no, y utilizado en sintonía con algo de ejercicio físico seguro que nos rebaja de peso. Un tentempié es claramente el amarillo, que crudo y aderezado con unas gotas de limón resulta delicioso y mucho mejor que los picoteos grasientos y poco digestivos que habitualmente se consumen para «mantener el estómago» en las horas críticas entre comidas.
Los altos cocineros han tomado la palabra al respecto, y sus recomendaciones son que se coma cuando está joven, que se prepare estando fresca y que se utilice la imaginación para incluirlo en una cantidad ingente de platos diferentes y apetecibles, ya pensando en dieta o no tanto. Sus variedades son muchas, así que sus combinaciones también, incluso haciendo una paleta de colores en el plato elaborado. Frutas y hortalizas cada día, y la estrella, el calabacín, por supuesto.
Crema de calabacín
Pisto ligero
Tortilla de calabacín
Calabacines rellenos
Brocheta vegetal
Crema de garbanzos con calabacín
Pasta con pollo y calabacín
Ensalada de verduras asadas
Salteado de calabacín y champiñones
Calabacines rellenos de arroz
Sopa fría de manzana, apio y calabacín
Calabacines con queso azul
Parrillada de verduras
Calabacines con tomate y queso
Calabacines a la siciliana
Pasta con calabacín
Pastel de calabacines con bacon